La moda de las «artistas de tubo»

Querido diario:

Si les pregunto a las amigas que lo practican, me responden que es un “arte” o que es un “deporte” que te tonifica de una manera increíble, y a veces me recuerdan que es gracias al pole dance que Jennifer Aniston tiene casi 50 y goza de mejor cuerpo que el mío… Primero: el pole dance no puede ser un arte ni colocándole escarcha al tubo; en cuanto a la segunda será un deporte sólo para las prepago en sus días libres; y en cuanto a la tercera, Jennifer Aniston se hizo famosa por interpretar a la rubia materialista del grupo que se acostó con todos menos con Chandler – el gay del grupo – así que no me vengan con cuentos chinos!

¿Cómo pueden defenderlo como algo “fitness” cuando existen deportes que son menos sugestivos, denigrantes y tienen la misma carga aeróbica para quemar todas esas papas fritas y coca colas light de sus celulíticas piernas? Y ni hablar de las fotos que suben de sus “shows” vestidas con lentejuelas, que son tan anticuadas como un teléfono público en centro comercial y tan de mal gusto como ropa interior café hecha en cuero.

Yo sé que es decisión de ellas  si se meten en clases de crochet o pirotecnia, pero sigo sin entender ¿por qué les es más fácil inscribirse en clases de pole dance que clases de natación? ¿Será porque tienen más amigas que las acompañen a la primera que a la segunda? qué triste… Dime con quién te etiquetas y te diré quién eres.

Quizás sólo siguen los estándares que les venden a través de Angelina Jolie  y aunque en realidad tengan el sex appeal de Amy Winehouse, creen que subir fotos en Facebook con las piernas abiertas  las hará más deseables para los perdedores que intentan atraer y terminan siendo aún más perdedores a quienes realmente atraen

Tal vez todas estas “artistas del tubo” han sido seducidas por una tendencia bien promocionada: agringar el nombre del gimnasio y ubicarlo en zonas exclusivas para que las mujeres que puedan pagar las hiperinfladas mensualidades tengan cerca su nueva moda y lo publiquen en todo perfil que tengan como su nuevo mantra, a pesar de que fueron criadas como católicas.

Sabes lo que es peor querido diario, ahora quieren que sea incluido como disciplina olímpica, ¿puede haber algo más misógino que esto? Está bien que quieran auto convencerse de que no son unas cualquieras por hacerlo, pero les quisiera decir que si quieren ganar autoestima, leer un libro les sale más barato que eso – y cerrar las piernas, ¡ni se diga!

Karina.